3.6.20

LIDERAZGO ES DISFRUTAR DE LAS COSAS PEQUEÑAS

QUÉ ME DA ALEGRÍA DURANTE MI DÍA?



Como  hemos visto uno de los hábitos de liderazgo es cuidar de mí mismo, este es el hábito 7: En equilibrio me siento mejor. Una buena forma de mantenernos en equilibrio es percibir esas pequeñas cosas diarias que nos ayudan a sentirnos mejor y que ayudan a nuestra mente, cuerpo, espíritu y corazón. Para estar más conscientes de ello vamos a realizar un diagrama de sol con las cosas sencillas que alegran nuestro día, haciéndolo de esta manera en una libreta podemos mirarlo cada vez que queramos y recordar que siempre hay cosas sencillas  por las cuales estar agradecido. 

SOY PROACTIVO no reactivo

Hasta el momento hemos hablado de liderazgo y hemos presentado los hábitos de los niños felices de Covey los cuales nos ayudan a desarrollar nuestro liderazgo y a potenciarlo en los demás. Hemos visto los 7 hábitos y hemos hecho hecho énfasis en el hábito 1: Estoy a cargo, en el hábito 6:  Juntos es mejor, en el hábito 5: Primero escucho y después hablo y en el hábito 7: En equilibrio me siento mejor.  

En el día de hoy vamos a continuar desarrollando el hábito: Estoy a cargo,  reflexionando sobre la forma en la que respondemos a las diferentes situaciones que se nos presentan. 

SOY PROACTIVO NO REACTIVO 

EL AGUA DE LA VIDA 

 

Analizo cada una de las actitudes y manera de responder de los tres príncipes. 

  • Cuáles eran las motivaciones o intenciones de cada uno?
  • Qué sucedió con los príncipes que respondieron de forma inadecuada?
  • Qué sucede cuando respondemos de forma amable y educada?

Para cambiar de un estado reactivo a un estado proactivo es importante que empecemos a modificar nuesto lenguaje, a continuación algunas expresiones que podemos cambiar pasando de un lenguaje reactivo a uno proactivo.




Imágenes de: muhimu.es, vivir tu tiempoy malenmunozblogspot




LIDERAZGO ES EMPATÍA

La empatía es la habilidad de ponerse en el lugar de los demás. Usa esta habilidad para motivar a tu equipo ya que como sabemos: Juntos es mejor. 

A continuación encontrarás un cuento que es útil para tratar con nuestros niños el tema de la empatía. 


El agujero en la manga

[Cuento - Texto completo.]
Anónimo: Occidente




El muchacho de quien hemos de contar ahora tenía un gran agujero en la manga. Esto le daba tanta vergüenza, que en la escuela no le era posible prestar en absoluto atención a las explicaciones del maestro.
Su madre no podía remendárselo; trabajaba en casa de gente extraña.
En su apuro se dirigió el chiquillo a las muchachas y les dijo:
-¿Quién quiere zurcirme mi juboncillo?
Pero las muchachas, ocupadas en jugar al escondite, no tenían tiempo para ello.
Entonces se dirigió el muchacho a las mujeres y les dijo:
-¿Quién quiere zurcirme mi juboncillo?
Pero las mujeres tenían que lavar los platos, y así le contestaron.
-¡Vuelve mañana!
Pero el muchacho no se atrevió a ir de nuevo a la escuela con el agujero en la manga. Se ocultó detrás de la escuela, y se encaminó presuroso al bosque. Miró hacia el tierno follaje de primavera y preguntó al cielo azul:
-¿Quién me zurcirá mi juboncillo?
Entonces, ante sus narices, descendió una araña a lo largo de un hilo. El muchacho recordó, al verla, una cancioncilla que le habían enseñado en la escuela:
¡Oh araña de larga patita!
Es tu hilo como seda finita.
Ligero, añadió a la canción:
Zúrceme tú, araña, por favor
el agujero de mi jubón,
para que yo, ¡ay, pobre de mí!
pueda a la escuela hoy asistir.
La araña se deslizó por su hilo hasta el chiquillo y contempló con atención el gran agujero de la manga. Ágilmente corrió de un lado a otro y anudó, de arriba abajo, firmemente, los hilos. Luego corrió en círculo alrededor del agujero, cien veces quizás, y no cesó de enlazar hilo con hilo, hasta que todo el agujero quedó oculto por ellos, magníficamente entrelazados.
-¿Cuánto tiempo durará el zurcido? ­preguntó el chiquillo.
La araña no pudo darle ninguna respuesta; pero el cuclillo pasó volando sobre la cabeza del muchacho y cantó repetidamente:
-¡Cu-cú! ¡cu-cú! ¡cu-cú!
-¿Tres años? -exclamó gozoso el chiquillo-. ¡Qué alegre estoy!
Se encaminó presuroso a la escuela y llegó a tiempo para la lección.
¡Qué maravillosamente podía ahora atender! Ni una sola palabra del maestro se dejaba perder el chiquillo; pues, no teniendo ya ningún agujero en la manga, tampoco tenía ya por qué avergonzarse. Todo, gracias a la habilidad y generosidad de la diestra araña. 
FIN

EL ÁRBOL DE LOS 7 HÁBITOS DE LIDERAZGO

Como habíamos mencionado, Covey plantea 7 hábitos que ayudan a desarrollar LIDERAZGO . Estos hábitos los hemos trabajado a nivel escolar y ...